ROMPIENDO PARADIGMAS
Pensar en modificar un auto como el BMW i8 podría sonar descabellado, incluso fuera de lugar, pero para la firma preparadora AC Schnitzer ha sido un reto bien encarado.
El BMW i8 es un auto al que bien se le podría considerar intocable, pensando en materia de las modificaciones, y esto no se atribuye a ningún otro factor más que a lo que ya de por si es obvio: es un auto que desde su concepción ha sido diseñado y desarrollado para satisfacer visual y mecánicamente a sus poseedores.
Es así como AC Shnitzer –firma dedicada a las modificaciones de alto desempeño exclusivas para la marca germana- decidió encarar este paradigma y le ha dado un toque muy sutil al icónico híbrido. En efecto, no modificó nada a nivel mecánico, pero en su lugar ha diseñado un kit aerodinámico fabricado en fibra de carbono que, además de mejorar su apariencia discretamente- proporciona un desempeño aerodinámico superior.
Dicho kit consta de un alerón delantero; estribos con tomas de aire y un alerón posterior elevado. Las ruedas no pasaron por alto y para ello ha sustituidos el juego de rines originales, por unos de 21 pulgadas tipo estrella con radios dobles, asegurando que son hasta 4 kg más ligeros, los cuales lucen aún mejor gracias al nuevo juego de suspensiones que reduce 25 y 20 mm al eje delantero y posterior respectivamente.
A nivel interior, la consola no ha sufrido cambios, pero lo ha dotado de de tapetes deportivos y pedales fabricados en aluminio para dar el toque final de la marca.
Eduardo Jiménez