Ferrari es una de las pocas marcas en el mundo que con sus más modernas creaciones, traen consigo vestigios de las máquinas maravillosas que los llevó a lo más alto de las mejores competiciones, por lo que cuando adquieres un auto de estos, no solo tienes en tus manos una obra artesanal, sino que de cierta forma, tienes un pedazo de la historia y abolengo del automovilismo italiano.
De eso precisamente se trata la serie Icona, lo pudimos ver con los icónicos Monza SP1 y SP2, que nos traen lo mejor de la década de los 50’s, por lo que ahora toca rendir tributo a lo mejor de la década de loa 60’s.
Llega el Ferrari Daytona SP3 con herencia de sobra
Su herencia más obvia, es la de aquella inolvidable victoria en las 24 Horas de Daytona de 1967, donde Ferrari se impuso frente a Ford en su propia casa, con los Ferrari 330 P3/4, 330 P4 y 412 P.
Más que una cara bonita
Cuenta con un motor V12 montado en posición central trasera, siendo el más potente que Ferrari ha fabricado hasta la fecha. Cuenta con 840 CV de potencia y 697 Nm de par motor con un corte que interviene a 9.500 rpm.
Tiene una velocidad máxima superior a 340 km/h,pasa de 0-100 km/h en 2,85 segundos. Ahí es nada. Además, se marca un 0-200 km/h en 7,4 segundos.
Belleza hasta los huesos
Si bien el exterior es exorbitante, algo que también llama la atención es que esconde una versión modificada del chasis monocasco del LaFerrari Aperta, solo que sin los elementos híbridos, ahorrando un poco de peso en el proceso, pues el Daytona pesa 1.485 kg en seco, distribuidos en 44:56 por delante y detrás.
Modelo icónico costoso, pero no tan exclusivo
Bueno, sobra decir que es solo una expresión. Ferrari se caracteriza por limitar las unidades de sus bellezas, pero tomando en cuenta que del Daytona son 599 unidades —que por supuesto, ya están reservadas—, contra las 499 que salieron del Monza, podemos decir que esta nueva belleza es un poco más sencilla de ver, pese a ser el Icona más costoso por el momento, con un precio de 2 millones de euros más impuestos.
De esta forma, Ferrari nos permite ver de cerca la historia de su vida, como si hubiéramos estado presentes en carreras que si bien siguen corriéndose, nunca se sentirán igual que las de antaño, entrelazando lo mejor de su pasado con un futuro que no tiene intensión de dejar de brillar.